LAS BRUJAS DE SALEM
La leyenda de las brujas de Salem comenzó en enero de 1692 en la población de Salem, próxima a Boston y esencialmente fue un juicio contra varios de sus habitantes que fueron acusados de la práctica de brujería. Un suceso legendario que ha hecho correr ríos de tinta en la literatura y el cine.
¿Qué aconteció en Salem?
La denuncia comenzó cuando dos niñas del pueblo, que contaban con 9 y 11 años, empezaron a sufrir espasmos y convulsiones. Entre gemidos dijeron que unas mujeres las embrujaron. El juez local lo que hizo fue creerles y comenzó una indagación que hizo que creciera entre sus ciudadanos la histeria colectiva, haciendo que cada día aparecieran más niñas supuestamente enajenadas y nuevos implicados, hasta el punto de ser 140 los acusados.
Al final, 20 de los acusados terminaron siendo ejecutados y cinco fallecieron en prisión. Cuatro años después del juicio, los jurados que dictaron sentencia, llegaron a firmar una confesión de error, donde expresaron que su actuación se debió al recelo que se produjo desde el comienzo de las acusaciones.
Una muestra de la intolerancia e ignorancia en la historia del mundo.
Fuese lo que fuese, las “brujas de Salem” supusieron un hecho clave en la historia por ser un claro ejemplo de lo que nunca debe ser la justicia:
se prestó a entrar en un juego de lo más arriesgado en donde acusaciones arbitrarias de unas niñas mediatizadas por el ambiente fueron creídas por unos jueces que estaban basados en testimonios de gente que aseveraba conocer la verdad por fantasmas o diversos espectros.
Por si fuera poco, el dictamen estaba alejado de la honestidad, siendo los acusados de clases sociales desfavorecidas. Un claro ejemplo era Tituba que era mujer esclava y no tenía los derechos otorgados a cualquier habitante de Salem.
El caso fue una bola de nieve imposible de parar, donde la opinión pública de esa época solo se inmutó cuando esta locura desatada llegó a las capas más altas de la sociedad estadounidense (hasta el presidente de la Universidad de Harvard llegaría a verse en acusaciones).
El gobernador William Phips indultó finalmente a todos los que eran sospechosos de brujería que todavía no habían sido ejecutados. La razón por la que se dice que tomó la decisión fue porque su esposa también fue acusada de brujería cuando firmó la liberación de una bruja, siendo esto en su opinión ya exagerado.
Cuando ocurrió esto ya habían pasado 18 meses desde el comienzo de la cacería. Un caso imprudente donde no se puede explicar como partiendo de unos rumores sin base, se pudo terminar en una auténtica persecución donde personas inocentes perdieron su vida.
©lawjako
Por si fuera poco, el dictamen estaba alejado de la honestidad, siendo los acusados de clases sociales desfavorecidas. Un claro ejemplo era Tituba que era mujer esclava y no tenía los derechos otorgados a cualquier habitante de Salem.
El caso fue una bola de nieve imposible de parar, donde la opinión pública de esa época solo se inmutó cuando esta locura desatada llegó a las capas más altas de la sociedad estadounidense (hasta el presidente de la Universidad de Harvard llegaría a verse en acusaciones).
El gobernador William Phips indultó finalmente a todos los que eran sospechosos de brujería que todavía no habían sido ejecutados. La razón por la que se dice que tomó la decisión fue porque su esposa también fue acusada de brujería cuando firmó la liberación de una bruja, siendo esto en su opinión ya exagerado.
Cuando ocurrió esto ya habían pasado 18 meses desde el comienzo de la cacería. Un caso imprudente donde no se puede explicar como partiendo de unos rumores sin base, se pudo terminar en una auténtica persecución donde personas inocentes perdieron su vida.
©lawjako
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