TRATADOS SOBRE BRUJERÍA



Resulta que entre los años 1435 y 1487 se registraron a lo largo de toda Europa aproximadamente 28 tratados sobre brujería.

De hecho, el registro cierto de años previos, es decir, entre 1320 y 1420 es de 13 tratados, lo cual plasma un interés creciente (que si no impresiona, al menos sí es muy significativo), sobre el tema de cómo combatir al maligno, y desde luego indican como luchar contra las brujas, y se da en un periodo en el que lastimosamente por la ignorancia reinante se comenzaron a considerarse como las verdaderas artífices de actividades perversas.

Claro está que estos tratados no aparecen por primera vez en estos años, ya en centurias anteriores la iglesia trataba estos temas pero sin exponer imágenes explícitas que, por otro lado, no tenían muy buena receptividad entre el resto de la sociedad medieval, incluida la realeza, ni sus súbditos y los campesinos; muy supersticiosos de por sí, y favorablemente la aparición de la imprenta a mediados del siglo XV, contribuyó a que todo este tipo de representaciones y temas tomaran mayor difusión; y de esta manera se propagó el recelo y odio hacia las mujeres consideradas brujas, desde luego, comenzaron a imprimirse manuales que explicaban como combatirlas y eran utilizados en los distintos procesos llevados a cabo por la iglesia. No obstante, el impulso que dio la imprenta a la elaboración de estos manuales, contribuyó a que las personas consideraran todo esto un arte diabólico. 




* El Malleus Maleficarum (El Martillo de las Brujas)

Publicado por primera vez en 1487, sería el tratado más sobresaliente sobre brujería, pero claro, existen otros que merecen la pena ser mencionados. 


* Directorium Inquisitorium (Manual del Inquisidor)

Divulgado por Nicolás Aymerich en 1376 es uno de los primeros tratados donde se describe a las hechiceras y los medios para dar con ellas y reconocerlas, se da una definición de la brujería como herejía y así se le debía combatir. 


* Tractatus Contra Secta Valdensium (Tratado contra la secta Valdense)

Valdense era la frase usada en aquel tiempo para describir a la herejía en general, este tratado fue plasmado por el canónigo flamenco Johannes Tinctor e inspirado directamente en el proceso de Arrás, acontecido entre 1459 y 1461 en el condado de Artois, en Arrás y que comenzó cuando un ermitaño fue quemado en Langres en 1459, no sin antes culpar bajo tortura a una mujer de la comarca y a un tal Jean Tannoye, Tannoye a su vez acusó a otras cuatro mujeres. El proceso de Arrás fue uno de los que más morbo causó entre los pobladores e inclusive tocó a las grandes esferas del poder al involucrar a caballeros y magistrados de aquellos lugares, pero como en todo los más pobres salieron involucrados, como es el caso de cuatro prostitutas; en total 32 individuos fueron procesados en el juicio de Arrás y no se sabe con exactitud cuántas de estas personas fueron quemadas, pero al menos 18 de los procesados fallecieron durante el proceso inquisitorio en condiciones lamentables. Entre las acusaciones ridículas producto de la ignorancia se encontraban las cabalgatas nocturnas en el aire, la renuncia a los cánones y sacramentos de la iglesia, no confesarse, entre otros. 


* De Lamiis Et Phitonicis Mulieribus (De las brujas y mujeres adivinas)

Fue divulgado en 1489 en la región de Constanza por Ulrich Molitor, plasmó este tratado a manera de diálogo para así disipar las distintas vacilaciones sobre la existencia de los Sabbats (calendario usado en la wicca o religiones neopaganas), de las que Molitor creía que eran sólo meras ilusiones causadas por el demonio, fundamentalmente el volar sobre un bastón o escoba para dirigirse a los aquelarres. 


* Der Neue Laienspiegel

Escrito en Habsburgo por U. Tengler en 1509, estaba fraccionado en tres partes que contenían la ley privada y donde es posible hallar varías imágenes sobre brujería. 


* De la Démonomanie Des Sorciers (De la adoración demoníaca de las brujas)

Divulgado en 1580 por Jean Bodin, en este tratado se narra esencialmente sobre los pactos satánicos y aquí se narra varias patrañas de hombres y mujeres que vendieron su alma a lucifer, sustancialmente el caso de la abadesa Magdalena de la Cruz. 




* Compendium Maleficarum (Compendio de las brujas)

Tratado realizado por Francesco Maria Guazzo y divulgado en 1608 en Milán, este libro se dividió en tres partes, concebía una categorización de los demonios y describía los ceremoniales previos a ofrecer a Satanás, conjuntamente describia las relaciones entre hombres y súcubos, así como entre mujeres e íncubos.

@lawjako


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