¿CÓMO DETERMINAR SI ERES UN VAMPIRO?
Antiguamente la opinión en la existencia de los vampiros estaba tan arraigada que casi cualquier acaecimiento que escapara de su conocimiento podía ser visto como vampirismo, de acuerdo con cada región los vampiros tenían un comportamiento diferente; así que era muy importante estar atento a cualquier señal de peligro, pues debido a esto constantemente las personas se preguntaban: ¿cómo saber si alguien es un vampiro? y ¿cómo identificar a los sospechosos anhelantes de sangre?
Los primeros sospechosos de ser vampiros eran las personas que habían tenido una muerte misteriosa o violenta, pues en aquellos tiempos tan propensos a la superstición, cualquier sujeto con conducta o apariencia extraña era un sospechoso de vampirismo. En China los cuerpos que no entraban en estado de putrefacción eran vampiros, en Grecia, particularmente las personas pelirrojas y con ojos azules no eran comunes, así que se consideraban características de los no-muertos y cuando morían no eran enterrados y por un periodo de tiempo dilatado eran custodiados, o al menos hasta que el cuerpo entrara en putrefacción. Por el contrario, en otros países europeos, cualquier persona que no recibía un velatorio apropiado, se convertiría en vampiro.
Se creía que los vampiros tenían mal aliento, piel pálida, uñas largas, y odiaban el ajo, así que cualquier persona que cumpliera una o más de estas características eran motivo para alertar a la comunidad y a tal punto de hacerles entrar en pánico, así se creía también que, si un gato negro saltaba en el ataúd de un difunto, este se convertiría irremisiblemente en vampiro. Las personas que se suicidaban o los que renegaban de Dios, como castigo eran convertidas en vampiros, así que si alguna persona evadía contacto con objetos religiosos y especialmente el agua bendita era porque indudablemente era un vampiro. Y, desde luego, cualquiera que hubiera sido víctima del ataque de un vampiro se convertiría en uno de ellos.
Varias de esas invenciones han llegado hasta nuestros días así que:
- Te evades de la luz del sol.
- Tu periodo de mayor actividad es durante la noche.
- Odias el ajo.
- Posees la piel pálida y uñas largas.
Eres un candidato idóneo a ser un vampiro, desde luego, son solo supersticiones antiguas sin sustento ni comprobación científica. Actualmente, el único vampirismo que existe es una enfermedad mental estudiada por la psiquiatría, los aquejados de vampirismo sienten la necesidad de beber y estar en contacto con la sangre, el término científico para el vampirismo es el Síndrome de Renfield, y hace mención al sirviente de Drácula en la novela de Bram Stocker que se alimentaba de insectos para obtener vida.
©lawjako
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