EL ROPEN, PTERODÁCTILO VIVO
Nombre: Ropen.
Dieta: Pequeños mamíferos.
Tipo: Pterodáptilo.
Peso: 200 Kg.
Envergadura: 2 a 4 metros.
Longitud: 2 metros.
Época: Prehistoria.
Avistamientos hoy: Sí.
Entre las reservadas criaturas voladoras que viven ocultas en nuestro planeta, el Ropen es una de las que suelen llamar la atención. Esta criatura posee un aspecto curioso que según quiénes la han visto, la describen con forma de un murciélago gigante del tamaño de un ser humano, y recuerda al pterodáptilo de la época jurásica, más frecuentemente lo describen así. La mayoría de sus avistamientos se agrupan en la isla de Papua Nueva Guinea y algunas regiones norteñas de Australia.
Para los aborígenes de estas regiones, y de las que se sospecha es su hábitat natural, es un ser temido e idolatrado. Este temor reverencial se transmite desde su nombre, Ropen, que en la lengua oriunda significa “demonio volador”. A esta notoriedad se le suma qué, aunque por lo general no ataca a los seres humanos, testigos afirman que lo han visto alimentándose de carne humana sustraída de lugares de entierro de los que fallecen.
Un ser sobrenatural
Aunque se le tiene como un demonio volador, el Ropen está fundido en la tradición aborigen de tal forma que se le tiene como un puente entre lo terrenal y lo espiritual. Esto tiene justificación, porque además de tener el tamaño de un ser humano moderno y volar de noche, posee además una bioluminiscencia propia que le hace resplandecer mientras vuela.
Para gravitar la existencia de este dinosaurio volador, además de los avistamientos de los aborígenes, está el de la famosa bióloga y entomóloga Evelyn Cheesman, quién en 1935 logró observar semejante ser. En sus variados artículos dejo plasmada constancia histórica de que creía firmemente en la teoría de la evolución y la autenticidad científica, por lo que es poco probable que mintiese sobre el tema.
En los sesenta del siglo XX, un grupo de aborígenes derribó un Ropen, que fue llevado a la aldea dónde lo sacrificaron e intentaron consumirlo, pero fracasaron. Relataron que este dinosaurio volador posee una carne muy dura. Aunque el Ropen vivo sigue eludiendo los esfuerzos de los criptozoólogos, varias expediciones realizadas a las colectividades de Papua Nueva Guinea confirman por relatos de los aborígenes que los Ropen siguen allí. Quizás, en algún momento, deje de ser un misterio y finalmente se documente su existencia.
©lawjako
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