LA ATERRADORA Y SENSUAL LILITH, MATRONA DE DEMONIOS Y DEIDAD DE LA OSCURIDAD
En antiguos textos se la menciona como si fuera también un demonio, en otros manuscritos se le plasma como un icono de las diosas más oscuras del paganismo. Lilith es uno de los entes femeninos más antiguos del mundo. Ya se le menciona en el famoso poema épico del Gilgamesh, pero también se le menciona en el Talmud y la Biblia.
En la tradición judía, se le considera un demonio femenino terrible, y otras fuentes la enuncian como la primera mujer creada en la Tierra. Según una leyenda, Yahveh dio forma a Lilith como la primera fémina. Y lo hizo del mismo modo en que creó a Adán, con la particularidad de que en lugar de usar como materia prima tierra limpia para adán, también empleó basura e inmundicias para crear a Lilith. Proverbialmente se ha reverenciado que Lilith representa “la noche”, y se la corresponde con atributos vinculados a los semblantes espirituales de la libertad y la sensualidad, pero también se le asocia con el terror.
Antiguo demonio de los sumerios
El calificativo de Lilith proviene de la palabra sumeria “lilitu”, que significa espíritu de los vientos o demonio femenino. Se alude a Lilith en la Tablilla XII de la Epopeya de Gilgamesh, un muy conocido poema épico de la antigua Mesopotamia que se glorifica a una época en torno al 2200 a. C. Esta tablilla fue incluida en el texto original transcurrido un tiempo, hacia el 700 a. C., en sus versiones posteriores al asirio y al acadio. Lilith aparece representada portando ramas de un árbol en cierto relato sobre magia. Se le da una descripción junto con otros demonios, aunque los pensadores aún no se han puesto de acuerdo sobre si se trataba de un demonio femenino o una diosa de lo oscuro. Aparece en antiguos textos judíos, de modo que resulta un poco complicado descubrir quién la enunció por primera vez. Existe además un vínculo en la cultura sumeria que la relaciona con la hechicería.
En el Talmud babilónico se puntualiza que Lilith es un espíritu oscuro con una sexualidad desaforada y peligrosa. Se narra de ella que se fecunda a sí misma con el esperma del varón que no fertiliza a otra mujer, dando vida así a demonios. De esta manera, está considerada la madre de cientos de demonios.
Lilith era también conocida en las culturas romana, hitita, griega y egipcia. En épocas posteriores, su quimera llegó incluso hasta el norte de Europa. Representaba la sexualidad y el caos, y se decía de ella que poseía el poder de cautivar a los hombres. El mito de este ser femenino se vincula a los vampiros.
Cónyuge del Adán bíblico
Lilith aflora en la Biblia, en el libro de Isaías 34:14, que describe la desolación del Edén. Desde el principio de los tiempos ha sido considerada un espíritu peligroso, diabólico e impuro. El Génesis Rabbah la describe como la primera pareja de Adán. Según este texto, Dios creó a Adán y Lilith al mismo tiempo. Lilith era muy vigorosa en su manera de ser, una mujer independiente, a tal punto que deseaba relacionarse con Adán de igual a igual. No permitía ser menos que él, y se negaba a tumbarse debajo de él para copular. Esa primera pareja obviamente no funcionó, y jamás alcanzaron la felicidad. Como escribirían Raphael Patai (etnógrafo judío-húngaro) y Robert Graves (escritor británico) en su libro “Los Mitos Hebreos”:
Adán dio su queja ante Dios: “Mi consorte me abandonó”. Prontamente, Yahveh envió a los ángeles Sansenoy, Senoy, y Semangelof para que regresaran de vuelta a Lilith. Ellos la hallaron junto al Mar Rojo, una región en la cual abundan libidinosos demonios, de quienes ella fecundaba más de cien “lilim” al día.
- ¡Vuelve a Adán tu esposo sin retraso! -.
Le dijeron los ángeles, - ¡o te ahogaremos! -.
Lilith les preguntó:
- ¿Cómo regresaría hacia Adán y vivir como una decente ama de casa después de haber pasado todo este tiempo junto al Mar Rojo? -.
- ¡Si te niegas morirás! -. Le respondieron.
- ¿Cómo podría morir? -. Volvió a preguntar Lilith.
- Si Yahveh me ha ordenado que me haga cargo de todos los niños recién nacidos, de los varones hasta su octavo día de vida, en el cual serán circuncidados, y de todas las hembras hasta su vigésimo día. No obstante, siempre que vea vuestros tres nombres o sus equivalentes escritos en un amuleto sobre un niño recién nacido, doy mi promesa que le perdonaré la vida -.
Los espíritus celestes se mostraron de acuerdo, pero Yahveh castigó a Lilith haciendo que un centenar de sus hijos detestables fallecieran diariamente, y cuando Lilith no podía acabar con la existencia de un niño humano a causa del amuleto angelical, se volvía llena de resentimiento contra sus propios hijos. A causa de los errores y desencuentros provocados por Lilith. Yahveh tomó la decisión de crear una segunda esposa para Adán: Eva.
Una deidad para paganos y feministas
Actualmente, Lilith ha pasado a ser un símbolo de libertad para variados grupos feministas. Gracias al acceso a la educación de la población, las mujeres percibieron que podían ser independientes, de modo que comenzaron a buscar símbolos del poder femenino. Lilith también ha sido venerada como una diosa por algunos partidarios de la religión pagana Wicca, creada en los años 50.
Lo encantador del personaje de Lilith ha sido observado por algunos artistas, que la acogieron como su musa. Lilith empezó a ser un ícono popular en el arte y la literatura en la época renacentista, cuando Miguel Ángel la retrató como una criatura mitad mujer y mitad serpiente. El sobresaliente artista italiano la matizó enroscada en torno al árbol del conocimiento, aumentando de este modo la jerarquía de su leyenda. Con el transcurrir del tiempo, Lilith se volvió aún más interesante para la imaginación de artistas masculinos como Dante Gabriel Rosetti, que la retrató como a la más bella fémina del mundo. Por su parte, el autor de “Las Crónicas de Narnia”, C. S. Lewis, se inspiró en la quimera de Lilith para su personaje de la Bruja Blanca. Una mujer bella, pero también peligrosa y cruel. Lewis describió a la Bruja Blanca como una hija de Lilith, y que estaba decidida a acabar con el linaje de Adán y Eva.
La mente de James Joyce, no obstante, recordaba una imagen menos romántica de Lilith, a quien llamaba “patrona de los abortos”. Joyce empotró a Lilith en la filosofía feminista, e inició el proceso de su aceptación como diosa de las mujeres independientes del siglo XX. A medida que las mujeres conseguían más derechos, empezaron a exteriorizar su discordancia con una visión del mundo equidistante en una perspectiva masculina, incluido el relato bíblico de la creación del hombre. El nombre de Lilith florece en un programa nacional de alfabetización de Israel, y es también el título de una revista judía para mujeres. La legendaria mujer demoníaca de los mitos sumerios es uno de los temas más influyentes de la literatura feminista en relación con la antigua mitología. Los investigadores aún continúan rivalizando si fue creada realmente como demonio o si se trata de una inadmisible advertencia de lo que puede ocurrir en caso de que se conceda un mayor poder a las mujeres.
©lawjako
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