DEATHWORM, EL MORTÍFERO GUSANO GIGANTE MONGOL
Olgoi Khorkhoi
Según historias de los antiguos pobladores del desierto de Gobi en Mongolia existe un gusano letal de grandes dimensiones, y de ser así, sería un animal críptido proveniente de ese desierto al norte de China, en esos lugares se le conoce como Olgoi Khorkhoi, que significaría “gusano intestino” porque su apariencia se asemeja a las amebas que se forman en los intestinos, con anillos gruesos alrededor de su cuerpo, este ser no poseería cabeza ni patas y mide entre 60cm y 3m de largo. Los pastores y nómadas lo describen como un animal de apariencia muy similar al intestino de un caballo, con piel rojiza y sin cabeza, o pudiera poseer una cabeza, pero sería difícil de distinguir en su cuerpo.
Este ser es muy temido por los mongoles, y mencionarlo causa consternación entre las sociedades de este desierto, pues se piensa que es capaz de rociar un veneno (algún ácido), tan corrosivo y poderoso que el simple contacto con este ser supone la muerte dolorosa de la indefensa víctima que apenas se enteraría de lo ocurrido.
Perduran otras historias que atestiguan que puede matar a través de descargas eléctricas masivas a corta distancia. Otras leyendas son más explícitas en el procedimiento de ataque o defensa de este gusano; cómo aniquila a los desprevenidos pastores de las estepas mongolas: cuando el gusano detecta una posible víctima a la cual atacar, comienza a crecer de apariencia a tal punto de duplicar su tamaño hasta que expulsa su poderoso veneno color amarillo que corroe y neutraliza inmediatamente a la víctima y además la colorea de amarillo (el supuesto tono de la toxina que compone el gusano de la muerte).
Cualquiera que sea la forma preferida de matar a las víctimas, es algo muy perturbador, lo cierto es que es de una manera rápida y a corta distancia, lo que supone un peligro para viajeros y pastores, pues aunque la gente se encuentra a varios metros de este ser, esto no les representa estar a salvo y además, rara vez se enteran del peligro que corren hasta que ya es muy tarde.
Durante siglos no se tuvo conocimiento en occidente acerca de esta criatura, sólo en épocas más recientes comenzaron las investigaciones y la búsqueda de evidencia, fundamentalmente por parte de los criptozoólogos, entre los que destaca Ivan MacKerle, quien también ha adquirido fama por dirigir las investigaciones para demostrar la existencia del Monstruo del Lago Ness. Después de algunas entrevistas y la recopilación de varios testimonios, MacKerle llegó a la conclusión que este ser era algo más que una leyenda de los habitantes del Gobi. Aunque no es de extrañar que no se haya podido dar con un ejemplar de este críptido si se toma en cuenta que el más pretérito contacto causa la muerte, así que lo único con lo que se cuenta es con los cadáveres de víctimas que poco pueden atestiguar la existencia de esta criatura y con las leyendas creadas en torno a este espeluznante ser.
Inversamente de las conclusiones de MacKerle, los científicos no han llegado a ponerse de acuerdo en torno a la existencia real de Olgoi Khorkhoi, pues afirman que las características de este animal dejan poco margen para que pueda existir un anélido cómo este (anélido: el grupo de los gusanos), en las condiciones extremas de un desierto. La hipótesis más aceptada explica que el gusano mongol de la muerte puede ser una variedad muy extraña de serpiente y aún no catalogada por la ciencia, a pesar de los miles de testimonios de los pobladores, no ha sido posible dar con uno de estos animales con lo cual quedaría más que demostrada su existencia en este planeta.
©lawjako
Te puede gustar:
Comentarios
Publicar un comentario